Juan Magán
Ya se sabe que los tiempos cambian y la música lo hace con ellos. Ahora no sólo son artistas los cantantes y los músicos; también son considerados como tales (y cobran tanto o más) los productores, remezcladores o pinchadiscos. Algunos llegan a alcanzar el estrellato y uno de esos privilegiados es Juan Magán, el llamado Rey del Electro Latino.
Nacido en Badalona en 1978, comenzó en el mundo del espectáculo en 1999 con varios singles de clara influencia electrónica, porque él fue antes que nada compositor y cantante. Lo que pasa es que, entrados ya en la década de los 2000, empezó a interesarse por las remezclas de temas ajenos. Y eso le dio la oportunidad de jugar con los estilos, de meter todos los que quería –soul, flamenco, jazz, house, reggaeton, bachata…- en una imaginaria coctelera, agitarlos bien y verter el resultado en un recipiente que, una vez saboreado, resulta ser algo nuevo y distinto.
Una de sus pasiones, empezó a manifestarlo entonces, ha sido siempre la música latina. Su creatividad y su deseo de no dejar al margen ningún estilo le llevó a patentar, por así decirlo, una fórmula que se bautizó con el nombre de Electro Latino. Lo desarrolló entre los años 2007 y 2008 con su hermano Marcos Rodríguez y logró con el dúo Magán & Rodríguez dos discos de platino.
Ese éxito no le pasó desapercibido a artistas latinos con fama internacional, que empezaron a demandar sus servicios. Ocurrió con Enrique Iglesias, Paulina Rubio o J. Balvín. En paralelo siguió desarrollando su carrera en solitario con discos como ‘The King of dance’, que en 2012 le valió un Grammy Latino.
Su siguiente referencia también fue de reyes porque se llama ‘The King is back’. Fue publicada en 2015 por Sony. Con tanto trajín no le ha dado tiempo a sacar mucho material nuevo de su propia cosecha, de ahí que su último disco en el mercado date de 2019. Su nombre es ‘4.0’ y ha sido lanzado por Universal Records.
Como curiosidad, resulta que aunque Juan Rodríguez Magán -que es su nombre real- nació en España, su amor por lo latino le llevó a adquirir la nacionalidad dominicana. Alegó dos razones para eso: su mujer es de allí y le unen a la República Dominicana fuertes lazos musicales. “Allí se hace demasiada música buena”, declaró.
