El Oso y sus Sabandijas

La comarca granadina de Benalúa, caracterizada geográficamente por esa singularidad que supone las áridos paisajes de las badlands en los que se ubica, pasa por ser uno de los focos granadinos de mayor interés y creatividad musical con una incesante proliferación de bandas y proyectos de múltiples estilos. En el epicentro de todo este hervidero artístico siempre aparece un nombre, el de Antonio Travé Mesa, conocido como El Oso de Benalúa, cantante, guitarrista, productor, compositor y destacado armonicista; es difícil encontrar alguna iniciativa musical en la comarca en la que no esté de alguna manera implicado.

Tras diversos proyectos iniciáticos, Antonio inició su carrera musical al frente de Chicken Congress, banda de blues eléctrico en la que coincidió con el guitarrista Tony Molina con el que iniciaría una relación musical fructífera y de enrome calado que ha generado algunos de los mejores momentos musicales de la provincia de Granada en la última década. El Oso de Benalúa y Tony Molina, junto con el bajista Dani Levy y el baterista Giggs Nother, son el cuarteto integrante de la prestigiosa banda de rock psicodélico Elemento Deserto, con tres discos ya en su haber tras una década de singladura. El Oso de Benalúa también ha compaginado su trabajo al frente de Elemento Deserto con el de otras iniciativas que ha impulsado, como es el caso de El Osombroso y Sonriente Folk de las Badlands, combo de folk y rock costumbrista y raíces musicales ancladas en el roots americano, y Araappaloosa, estampida stoner de rock contundente y enérgico.

Pero en la base de todas las influencias e inquietudes de estos músicos está siempre el blues, tanto el urbano y eléctrico de Chicago o tejano como el country blues del Delta de Mississippi. Para dar salida a esta agitación primigenia y como evolución natural de Chicken Congress, nace El Oso y Sus Sabandijas como reverso primitivo de Elemento Deserto y con el mismo plantel de destacados músicos: El Oso, Tony Molina, Dani Levy y Giggs Nother. La declaración de intenciones del cuarteto desde el principio es incuestionable; rendir continuo homenaje a los grandes titanes del blues, pioneros, guitarristas y armonicistas, desde Muddy Waters a Junior Wells, Magic Sam, Elmore James o Freddie King. Las dos guitarras de El Oso y Tony Molina hierven y se muestran incendiarias con su boogie incesante y una buena dosis de armónica bajo el embrujo del apabullante rugido de El Oso. En los largos desarrollos en directo surge su gusto por la improvisación y su vena psicodélica, con incursiones en el blues rock 70s vía ZZ Top o Johnny Winter. Pero ante todo la experiencia de tantos años tocando juntos muestra un ensamblaje perfectamente calibrado que se muestra sin fisuras en su puesta en escena.

Habituales en el templo del blues en España, la madrileña sala La Coquette, publican en 2019 "Directo en La Coquette" (Room 101) donde incluyen buena parte del que será su repertorio habitual en directo, incluyendo "Shake Your Hips" de Slim Harpo, "Too Late" o "Sad Hours" de Little Walter donde el Oso muestra su destreza con la armónica o "She Belong To Me" del gran Magic Sam.

Precisamente el siguiente disco de la banda lanzado en 2022 se titula "Magic Hooker Rush" en memoria de tres de sus grandes referentes: Magic Sam, Earl Hooker y Otis Rush. Más eléctrico y visceral que nunca, producido por El Oso y grabado en los estudios de Benalúa, se sucede repertorio de los tres titanes con una selección que indaga en piezas menos habituales mostrando un notable conocimiento y un excelente momento de madurez musical: "Every Day and Every Night", "Going Down The Line" o "You Know My Love" convierten este segundo trabajo en un imponente disco de blues.

El Oso y Sus Sabandijas gozan de una cada vez de mayor y merecida reputación y de cada más presencia en directo en los escenarios y festivales del circuito de blues de toda España gracias al virtuosismo de los cuatro músicos, a la energía que transmiten y a un show repleto de pasión, sudor, fuego y, por supuesto, un excelso cancionero que incluye grandes momentos de la historia del género.

Texto: Griffin Jazz