Entre los guitarristas portugueses de jazz hay un nombre que se destaca por encima de cualquiera: André Fernandes. El eximio instrumentista y dotadísimo compositor, ha tocado con una miríada de enormes jazzmen, (Bernardo Sassetti, David Binney entre otros), demostrando una enorme versatilidad artística.

Nacido en 1976, perteneció a las camadas de músicos acunados por el mítico Hot Clube de Lisboa (el más antiguo de la península, casa fundada en 1948). En 1996 recibió una beca para estudiar durante dos años en Berklee College of Music de Boston, a cuyo término se trasladó a Nueva York. Durante su periplo americano tocó con Lee Konitz (incorporándose a su banda), Chris Cheek, Joshua Redman, Maria Schneider, Maria João, Jeff Ballard, Avishai Cohen (el trompetista), Jarmo Savolainen, Phil Markowitz... De vuelta, desde 2002 ha generado una ola de críticas entusiastas en su país de origen por sus trabajos definiéndole como “Un rayo de energía, inspiración y con un gran espíritu de determinación”.

En 2016 publicó su undécimo disco ‘Dream Keeper’, con el que rompió las barreras internacionales mostrándose como compositor, músico y director de grupo al frente de una formación de lujo en la que figuraron Perico Sambeat, Alexi Tuomarila, Demian Cabaud del contrabajo y Lago Fernández junto a un largo elenco de invitados. Tras esa referencia de mucho recorrido ha firmado con el quinteto Centauri el álbum 'Draco', del que la web All About Jazz afirma que "Los matices de los arreglos, la instrumentación imaginativa y la ejecución consumada de estas siete composiciones lo convierten en un excelente y equilibrado álbum".