Bejo
Estilo: Hip-Hop
El rap en español no para de producir nuevos talentos, artistas que sustituyen a clásicos como Violadores del Verso o que conviven con consagrados como SFDK. El canario Bejo es uno de esos raperos que garantizan la continuidad de un género que ha dejado demostrado con hechos, en forma de canciones, que no es ni mucho menos una moda pasajera.
Borja Jiménez Mérida, que así se llama, nació en 1994 y comenzó a rimar y a escribir canciones cuando sólo tenía doce años, aunque su primer disco no llegó hasta 2017 con ‘Hipi Hapa Vacilanduki’. Y ahí se empezó a hablar de él, y mucho, porque ese trabajo incluía la dicharachera ‘El ventilador’, un tema en el que hay crítica social, algo casi consustancial al rap, pero también humor satírico y un ritmo contagioso.
Mucho más centrado en las descargas y las reproducciones que en los discos en formato físico, porque eso es lo que hay ahora, Bejo ha reincidido con su estilo abierto, receptivo a casi cualquier cosa que suene a rap, en siguientes lanzamientos como ‘Parafernalio’, ‘Chachichacho’ o ‘Tripi Hapa’, demostraciones de que el autor puede ser un tipo con pinta de distraído pero en realidad sabe lo que hace. Y Bizarrap, el productor que lo convierte todo en oro, no lo ha pasado por alto y ya han grabado juntos.
Otro punto fuerte de Bejo son sus directos. A estas alturas ya es un clásico en los festivales de rap que proliferan como setas por el país. En 2023 tiene su agenda bien cargada de actuaciones, y no precisamente en salas pequeñas. Sus seguidores no hacen sino aumentar y a él, aparentemente, eso le gusta pero no lo exterioriza demasiado. Parece tomarse la vida como viene, lo cual no es una mala filosofía.
Bejo, el gran rapero de Internet
Su peculiar imagen y sus juguetonas rimas marcan sus canciones, descargadas y visionadas por decenas de miles
El País, Joan S. Luna, 25 ENE 2017
Carisma y talento son dos elementos fundamentales para que un artista destaque por encima del resto de sus contrincantes generacionales. Y todos sabemos que se trata de virtudes menos habituales en el mundo de la música actual de lo que podría parecer a primera vista. Hay quien tiene un carisma magnético y quien goza de un talento inimitable, pero resulta francamente complicado dar con nombres en los que ambas cualidades se entrelacen para crear un todo particular e inimitable. Bejo podría ser uno de ellos. Algunos quieren parecerse a él, pero como Bejito solamente hay uno.
Su personal forma de rapear, sus juguetonas y parsimoniosas rimas, sus malabares con las palabras, su flow vacilón y su peculiar imagen le han convertido paso a paso en uno de esos artistas que, desde Youtube y la descarga gratuita, ha ido levantando un pequeña torre de sólida base que lleva ya un tiempo dando sus frutos. Porque Bejo es, sin lugar a dudas, uno de los artistas que marcan el minuto en la actualidad desde un underground que (vistas las cifras) hace tiempo dejó de serlo. El canario evita tópicos y esquiva las modas más evidentes. Por ello sorprende que, en contra de lo que suele ser habitual en los últimos tiempos, reconozca influencias del rap español de los noventa y cite a Sólo Los Solo, Nach, Toteking, 7 Notas 7 Colores o Mala Rodríguez entre sus inspiraciones. Ahora bien, eso no le impide loar a gente como Dellafuente y Agorazein, o reconocer su afición por los ritmos calientes, desde la salsa al reggaetón.
Escondido tras sus gafas, Bejo lleva toda esta década ofreciéndonos momentos para disfrutar tanto en solitario como ejerciendo de miembro indispensable del guadianesco trío Locoplaya, junto a El Crema (también conocido como Don Patricio) y Uge. Con ellos fue nominado a los Goya 2012 en la categoría de Mejor Canción Original o firmó una de las obras indispensables del rap facturado en Canarias, el álbum Locoplaya (2014). En ella, los muyayos huían de los tópicos del rap español para firmar canciones en las que le cantaban a las playas, al sol, a la buena vida. Y eso es también lo que hace Bejo en sus rimas en solitario como bien demuestran epés como FundaMental (2014) o Pírdula (2015), aunque son sin duda sus últimas canciones las que mejor transmiten todo el potencial que atesora bajo su alocado peinado y su actitud chulesca.
Si al principio se limitaba a rapear sobre bases descargadas de Internet o de nombres estadounidenses, ahora Bejo trabaja con una larga lista de productores nacionales e internacionales (Ellegas, Sume Beats, No.Katana, Tom Misch, etcétera), lo cual le permite explorar las posibilidades de sus rimas sobre ritmos con aroma funk, soul, jazz o trap, enriqueciendo con ello su música. Ahí están para demostrarlo piezas como Mucho, Mango, Mala, Sílaba tónica R.I.P. o Gufiriflay, todas ellas inseparables de los vídeos firmados por su amigo y colaborador Cachi Richi. Además de dotar al repertorio del canario de un universo visual propio, esos clips le han convertido en una estrella del rap actual, alcanzando muchos de ellos cifras sorprendentes (desde los 500.000 a los 3.500.000 visionados en Youtube). Por si no hubiera suficiente, A-Trak, uno de los Dj’s más importantes del mundo, colaborador de Kanye West y miembro de Duck Sauce, ha incluido Mucho en uno de sus mixes junto a artistas de la talla de A$AP Rocky, Vince Staples o A Tribe Called Quest.
Ahora solamente queda esperar a la edición del que será su primer larga duración en solitario, el largamente anunciado Hipi Hapa Vacilanduki, un lanzamiento que, sin lugar a dudas, supondrá el espaldarazo definitivo para un artista que merece ya la atención mediática que su música lleva tiempo reclamando.