Sonido punk, velocidad y canciones en castellano caracterizan a Biznaga, un grupo formado en Madrid por jóvenes malagueños. Su primer LP "Centro Dramático Nacional" (Holy Cuervo, 14) editado en 2014 se caracteriza por ramalazos punk, melodías cercanas en algunos casos al pop, guitarras distorsionadas y letras pegadas a la realidad más sucia.

'Sentido del Espectáculo' (2017), su segundo larga duración, apuntala su personal estilo, canciones de crítica social, frenéticas pero con coros pegajosos que se gritan en lugar de cantarse.

Después llegó 'Gran Pantalla' (Slovenly Recordings, 2020) y 'Bremen No Existe' (Montgrí, 2022), una buena prueba de cómo desarrollar una impecxable trayectoria a base de grandes canciones, sin concesiones en lo retórico, ni renuncias en lo melódico.

"Somos una banda formada por cuatro miembros que nos iniciamos en el pop pero pasamos a derroteros más veloces, rápidos y agresivos que nos puede identificar con el punk", explica Jorge, bajista del grupo, poco amigo de las etiquetas musicales.

Jorge Biznaga, que es el responsable de letras como "Máquinas blandas en el desguace/ Carne y chatarra llenan las calles" o "¿Te acuerdas cuando nos hacíamos daño, y no veíamos el momento de parar?", tenía un proyecto literario antes de golpear el bajo."Tenía una idea para unos relatos y hablando con Álvaro -cantante y también malagueño residente en Madrid-, inventamos unos títulos de unas canciones imaginarias. De ahí surgió el grupo. Y sigo constantemente escribiendo", destaca.

Este punto "intelectual" se encuentra también en la imagen del escritor "maldito" Antonin Artaud, usada por la banda para ilustrar el estilo Biznaga. "Artaud es un punk de principios de siglo XX, es un personaje extremo, un icono".

"No pensamos que tener una estética agresiva debe estar reñida con tener un discurso elaborado, para mí siempre ha sido así; es un poco la rama que surgió con el postpunk, grupos con sentido artístico que se fijaban en un autor o una película y enfocaban su trabajo en ese sentido", dice Jorge.

El estilo alternativo que Biznaga comparte con otras bandas de su generación nos remite a algunos grupos españoles de los ochenta. El uso del castellano, el rollo lúdico y el "Hazlo Tú Mismo" eran los tres mandamientos del inicio de esa explosión musical que se llamó Movida a secas.

Biznaga defiende esos sonidos, a veces, poco considerados y olvidados entre tanta lluvia de descarga digital (gratuita). "De Madrid, Parálisis Permanente, Derribos Árias, Los Pegamoides o los primeros Gabinete Caligari; de Galicia, Siniestro y Golpes Bajos; del País Vasco, Exkorbuto o de Barcelona, Desechables. Todos sonaban "amateur", sabían captar la atención, siempre nos han gustado mucho", explica la banda.

A primera vista, sorprende esta reivindicación de un tiempo pasado que nunca fue mejor. Sin embargo, Biznaga -nombre de un elaborado ramillete de jazmines que se vende en las calles de Málaga- mantiene este discurso sin complejos y con descaro, transmitiendo un mensaje de furia punk en un delicado guante pop.

Fuente: Agencia EFE y eleboración propia