Garob


Se llaman Garob y pasan por ser una de las formaciones más audaces y renovadoras del jazz actual. Cuando mencionan a sus referentes no se alejan varias décadas para recordar ni a Miles Davis, ni a Chic Corea, ni a Archie Shepp ni a Ornette Coleman, a pesar de definirse como un grupo de fusión y de situarse en la vanguardia del jazz, sino que sorprenden soltando nombres como los de Nirvana o Radiohead (al parecer el grupo pop favorito de los músicos que no hacen pop, pues entre la parroquia poppy despiertan tantas adhesiones como repulsas), y propuestas que van del jazz más electrónico, como Kneebody o Flying Lotus, el proyecto del nieto de John y Alice Coltrane; al moderno R&B, como los australianos Hiatus Kaiyote; o fusiones personales como las de Thundercat, el proyecto en solitario del bajista de Suicidal Tendencies, o Tigran Hamasyan, el músico armenio que empezó como niño prodigio haciendo rock setentero y que con los años derivó hacia el jazz. Estamos pues ante unos músicos inquietos y no acomodaticios en búsqueda constante de nuevos matices para la improvisación.
El grupo lo formaron en San Sebastián unos alumnos del prestigioso Musikene, el Centro Superior de Música del País Vasco, con la intención de crear a partir de composiciones originales en la senda de la fusión de estilos en clara apuesta por la experimentación y la vanguardia. Corría el año 2013 cuando Daniel Juárez al saxo tenor, Jesús Caparrós al bajo eléctrico, Álvaro del Valle a la guitarra, Aarón Castrillo a la batería y Erik Niemietz al teclado, todos jóvenes y emergentes talentos del panorama jazz actual, decidieron crear una propuesta de fusión pop-jazz llena de frescura y originalidad, que a finales de 2015 obtuvo el Premio a Mejor Banda y a Mejor Composición, por el tema Love Frecuency Oscilation, de Jesús Caparrós, en el VI Concurso de Jazz de Castellón de la Universidad Jaume I, que convocaba el INJUVE. Sus hallazgos han quedado plasmados finalmente en el álbum “Bidaia”, que han publicado este pasado mes de marzo.