Gatillazo
Para conocer a Gatillazo tal vez solo haga falta mencionar que es la continuación natural de La Polla Records. Como no podía ser de otro modo, con el paso de los años, lo que podía pasarle al grupo con el segundo de los nombres que se mencionan es que sufriera algo parecido a lo que describe el primero de ellos.
Así es, Gatillazo lo forma el simpar Evaristo, cantante de La Polla Records, en 2004 en la localidad alavesa de Salvatierra, después de que muriera en 2002 Fernandito, su batería. En esos años el inquieto Evaristo funda primero The Kagas y más tarde The Meas, dos bandas de vida efímera y denominación escatológica y provocativa, como corresponde al gusto de su autor, antes de acometer el proyecto Gatillazo.
En esa misma línea de punk malhablado y nihilista el grupo se ha consolidado como uno de los más combativos del panorama nacional desde que debutara en 2005 con un álbum homónimo de 25 temas, directos a la yugular, sin pasajes superfluos, puro punk-rock bastardo, publicado en Oihuka. Desde entonces han mantenido la regularidad con “Dianas Legales” en 2007, “Sex Pastels” en 2008, “Sangre y Mierda” en 2011, “Siglo XXI” en 2013, todos en Maldito Records.
En 2016 editaron su última referencia, “Cómo Convertirse en Nada”, otra vez en Maldito Records, y que hace referencia al inolvidable “No Somos Nada”, que firmaran en su día La Polla Records.
"No esperéis nada nuevo, ni nada innovador, tal y como está el mundo no estamos para experimentos. Seguimos con la misma mala hostia y ganas de revolver, el enemigo es el de siempre". Así describen Gatillazo el contenido de su nuevo disco.
Según su promoción, "Cómo Convertirse en Nada", "es un disco que refleja podredumbre y decrepitud, la crónica de la muerte anunciada de cualquier ciudad del denominado primer mundo en los tiempos actuales”. Un artefacto con el que Paramos y sus leales, Txiki y Angelito a las guitarras; Mikel, al bajo, y Tripi, a la batería, continúan irreductibles por el nuevo siglo con catorce canciones llenas de ironía y rabia y el inconfundible sello del Evaristo de “ellos dicen mierda y nosotros amén”, que vendió un millón de discos.