Detrás de esas siglas, que en español significan Graves daños corporales, está un grupo que lleva haciendo ruido más de cuatro décadas. Y en su caso, hablar de ruido no significa menospreciarlos. Al contrario, ellos se toman eso como una seña de identidad.

El cuarteto nació en Birmingham (Inglaterra) en 1978 y se incorporaron a la facción punk más radical, la que casi obviaba la melodía para centrarse en la intensidad. A ese sonido sucio, acelerado e impetuoso lo etiquetaron poco después como hardcore.

Collin Abrahall (voz), Ross Lomas (bajo), Collin Blyth (guitarra) y Scott Preece (batería) son los componentes actuales -han pasado por sus filas bastantes músicos más- de un grupo que ídolos de masas como Metallica reconocen abiertamente como una de sus influencias, si bien los norteamericanos capturaron esa esencia y la trasladaron al terreno del metal.

GBH no han tenido la misma suerte en las listas de éxito ni son capaces de llenar grandes estadios, pero, ajenos a cualquier dictado de las modas, siguen aumentando una colección de discos que ya va por 17 referencias y con los que continúan encandilando a aficionados al punk que ni siquiera habían nacido cuando ellos ya sudaban en el escenario. Cosa que siguen haciendo, como lo acredita la gira que han emprendido en 2022 y que se prolongará hasta 2023.