Admirador tanto de John Coltrane como de Joaquín Rodrigo, Kreisberg está considerado uno de los grandes virtuosos del instrumento de seis cuerdas: un genio que, además de atesorar una técnica depurada, construye un discurso energético y seductor, que bebe tanto de las fuentes clásicas del bop como de la escena que revolucionó la ciudad de los rascacielos durante la década de 1990. Estamos ante un músico excepcional al que acompaña habitualmente un pianista monumental como es el caso de Dave Kikoski, habitual de la Mingus Big Band y en nómina de Roy Haynes, Randy Brecker, Bob Berg y Billy Hart además de ser integrante de los explosivos Opus 5.

Kreisberg  comenzó a tocar la guitarra con 10 años y con sólo 16 fue admitido en la New World School of The Arts, convirtiéndose en uno de los alumnos más jóvenes de la prestigiosa escuela norteamericana. Acompañante desde muy jovencito de músicos como Red Rodney o los desaparecidos Joe Henderson y Michael Brecker, Kreisberg es hoy en día uno de los guitarristas más solicitados de su ciudad, Nueva York, donde acostumbra a tocar en compañía de intérpretes de gran nivel, como el pianista Gary Versace o el batería Mark Feber.