El saxofonista Miguel Fernández al frente de su quinteto, opta siempre por la audacia, por los caminos de piedras antes que por los asfaltados. El grupo formado por cinco jóvenes pero experimentados músicos se caracteriza por la constante búsqueda de nuevas sonoridades, de fusiones novedosas y de la máxima expresividad, aunque ello lleve implícito un mayor riesgo y convierta su propuesta en impredecible.

Partiendo de ciertos patrones plasmados en la partitura, su osadía consiste, precisamente, en no seguir necesariamente lo reglado sobre el papel e improvisar en muy diversas direcciones, una decisión que imprime a sus planteamientos una alta dosis de aventura de la que conocemos el principio pero nunca el desenlace. ¿Existe mejor definición de lo que debe ser la improvisación, esencial en el jazz?

Semejante atrevimiento solo es posible entre músicos de gran virtuosismo pero también con una gran conexión interna, fruto de las muchas horas compartiendo experiencias. Se trata del propio Miguel Fernández a los saxos alto y soprano, Jaume al piano, Cuni Mantilla al contrabajo, Juanma Nieto a la batería y Jesús Santiago a la percusión, un quinteto que bebe de fuentes muy plurales, muy diversas y de muy distintos períodos, combinando temas originales, aunque inéditos, con clásicos que transforman a conveniencia dependiendo de la situación.

Miguel Fernández: Saxos alto y soprano
Jaume Miquel: Piano
Cuni Mantilla: Contrabajo
Jesús Santiago: Percusión
Juanma Nieto: Batería