A sus 30 años Patricia Lázaro es ya toda una veterana de la escena de cantautores y cantautoras de España, pues casi toda se la ha recorrido con aquella iniciativa de hace dos años que emprendió junto a Carmen Boza y Road Ramos, Carretera y Mantra, proyecto que grabó '48Hs' e hizo una extensa gira por España y Francia, o con sus innumerables participaciones, casi siempre triunfantes, en los mil y un certámenes para jóvenes cantautores que se han venido celebrando por doquier en los últimos años.

Letras lúcidas y viscerales, que nos recuerdan a cada uno de nosotros y nos sumergen en una especie de nostalgia profunda, luminosa y cínica. Alma roquera, con importantes influencias del rock argentino, que no deja de entremezclarse con el pop español y con las bandas sonoras de sus películas fetiche.

Su vocación por escribir canciones y cantarlas le viene de niña, aunque tal vez la primera fascinación que le dio el impulso necesario para dejarlo todo y apostar por consagrar su vida al mundo de la canción, con toda su carga de incertidumbre, la vivió al traspasar la vieja puerta de La Tertulia de Granada y comprobar cómo era posible, sin más medios que aquellos de los que ella misma disponía en su casa, su guitarra de palo, su voz y su entusiasmo, desnudarse y cantar sin artificios.

Tal vez por el salto sin red que conlleva entregarse al mundo de la farándula, su primer álbum se llame así, Todo Irá Bien, Mamá, que supone el debut en largo, pero también un compendio de todo lo aprendido durante los últimos años. El título viene de una tranquilizadora frase típica a la hora de la partida hacia la aventura, y ella lo considera como "mi primer 'grandes éxitos".

Su voz arenosa y emotiva cobra protagonismo en primera persona del singular, si es que eso es posible en una mujer musicalmente sociable por naturaleza. Menuda y nerviosa, cuando suena su voz, con la aspereza del tabaco y la noche, resulta extraordinariamente cercana y creíble en sus canciones, con dobleces y sentidos escondidos en ocasiones y una rara brasa interior que quema las palabras.

Patricia Lázaro es la más roquera de las cantautoras (o viceversa) como se concluye de las muchas noches que pasaba en La Tertulia con aquel maestro de maestros que se llamó Joe Morales. "Es casi inexplicable lo que supone la Tertulia para mí y la llevo dentro donde quiera que voy. He aprendido tanto ahí dentro, he amado tanto, he compartido con ella y con su/mi gente tantos sufrimientos, anhelos, proyectos, reflexiones, nos hemos reído tantísimo con anécdotas legendarias en noches legendarias. Desde que entré la primera vez con quince años supe que era un sitio muy especial y que iba a ser el sitio en el que pasaría los siguientes quince años", comenta.