Una de las últimas bandas en incorporarse a la colorista escena del dixieland, el jazz primigenio de Nueva Orleans, es la Riverside Hot Band, un sexteto dominado por los instrumentos de metal, trompeta, clarinete, trombón y trombón de varas, más la presencia de una rudimentaria percusión a base de tabla y platillos, y el inevitable banjo, que acaba de editar su primer disco, “Anís de Pato”.

Ritmos trepidantes, marchas, alegres o funerarias, y melancólicos blues instrumentales conforman un repertorio lleno de humor y buen rollo que se mira sin remilgos en la mejor música del Nueva Orleáns de los primeros años del pasado siglo, cuando le descubre al resto del mundo su aportación a la cultura universal, una música inmortal que con los años el mundo conocería como jazz, y que por entonces aún conservaba toda su inocencia y capacidad de sorpresa.

Riverside Hot Band, se suma así a la actual explosión de bandas dedicadas a reavivar el swing, el dixieland y el hot jazz, los estilos que triunfaron durante las primeras décadas del S. XX empujados por las incipientes industrias discográfica y radiofónica, que los convirtieron en las primeras modas musicales masivas en su país de origen. Vivimos una auténtica burbuja de agrupaciones dedicadas a estos dinámicos estilos basados en los instrumentos de viento y en la improvisación.