UPRISING MUSE TRIBUTE EN GRANADA, SALA PLANTA BAJA

Uprising. Tributo a Muse

Siempre han existido las bandas de versiones y continúa habiéndolas, algunas realmente buenas. Grupos que, por ejemplo, reivindican las canciones de formaciones españolas que triunfaron en los ochenta y por las que siguen bebiendo los vientos los que eran jovencitos entonces.

Otra cosa, parecida pero no igual, son las bandas de tributo. Que tampoco son nada nuevo, porque desde hace mucho tocan aquí y allá formaciones integradas por sosías de The Beatles , bautizadas con nombres que además remiten al que usó el cuarteto de Liverpool. Como en el apartado anterior, las hay muy buenas. Que se copie al original no tiene por qué ser un desdoro.

Siendo todo lo anterior cierto, lo es también que de un tiempo a otra parte se ha ampliado el campo de juego en lo referente a las bandas de tributo. Antes se montaban para honrar a grandes estrellas del rock a nivel mundial -además de The Beatles, las han tenido y las tienen Queen o Led Zeppelin, por poner dos ejemplos- y ahora también homenajean a combos igualmente exitosos (o casi) pero más recientes.

Ejemplo de esto último es una banda tributo surgida en Albacete que se llama Uprising y se aplica en directo a versionar el repertorio de Muse, trío inglés practicante de un rock potente,  con tintes épicos y lindante en ocasiones con el rock progresivo o sinfónico, una fórmula con la que han vendido más de treinta millones de álbumes en sus 28 años de historia.

El reto de Uprising, ellos mismos lo confiesan, es ser “lo más fieles posible” al estilo y las formas de sus ídolos, a los que consideran “la mejor banda de rock del momento”. Y ese mimetismo lo pretenden tanto en lo musical como en lo visual o en la puesta en escena

A juzgar por sus redes sociales, conciertos no les faltan y público, tampoco. Como tienen contratadas salas en toda España para prácticamente todos los fines de semana de los próximos seis meses, habrá que concluir que la fórmula les funciona realmente bien. Y en ocasiones son salas con capacidad para ochocientas y hasta mil personas, cosa que no está al alcance de todos los grupos, ni mucho menos.