Elvis Costello

Versátil, prolífico, cantante extraordinario y uno de los mejores compositores de canciones pop de todos los tiempos, hasta el punto de que no es exagerado compararlo con autores de la talla de Ray Davies, Paul McCartney o Burt Bacharach. Con estos dos últimos ha colaborado, por cierto. Abordar la biografía de Elvis Costello es hablar de un grande de verdad, de uno de los genios de la historia de la música que, por suerte, siguen vivos y coleando.

Nacido en Londres en 1954 con el nada comercial nombre de Declan Patrick MacManus, adoptó el apellido de su madre para, después de escapar de un monótono trabajo como informático en BMI, lanzarse al mundo de la música a mediados de los setenta. De casta le venía al galgo porque su padre fue un cantante y trompetista de cierto éxito.

Comenzó en el circuito de pequeñas salas, así que lo metieron en ese saco estilístico sin fondo que se dio en llamar pub-rock. Trabó amistad con gente de la talla de Nick Lowe, grabó en la fundamental compañía independiente Stiff Records, conoció a tres músicos extraordinarios llamados Steve Nieve (teclados), Bruce Thomas (bajo) y Pete Thomas (batería), cogió su guitarra, montó con ellos The Attractions y empezó a forjar con ellos una carrera magistral, llena de canciones inolvidables.

Como ’Alison’, preciosa balada incluida en su álbum de debú, ‘My aim is true’. Como ‘Oliver´s Army’, de ‘Armed Forces’, como casi todas las que están en ‘This year’s model’… Su penetrante voz nasal, su innato sentido de la melodía, la pericia instrumental de sus acompañantes, su capacidad para alternar canciones feroces con medios tiempos o esas lentorras tan adecuadas para bailar agarrado; todo eso, unido, fue un cóctel irresistible. Lo sigue siendo para una legión de seguidores en todo el mundo.

Su etapa con The Attractions comenzó en 1977, se prolongó hasta 1986 de manera ininterrumpida y volvió a renacer después, aunque mientras tanto el líder de la banda se permitió muchísimos caprichos. Por ejemplo, grabar un disco de versiones, ‘Kojak Variety’ con musicazos estadounidenses o lanzar un álbum basado en letras de Shakespeare llamado ‘The Juliet letters’ con el acompañamiento de las cuerdas del Brodsky Quartet. Su gira mundial pasó por España y deparó momentos de los que dejan huella para siempre.

También, presentar un programa musical en televisión, acercarse a la ópera en ‘Terror & Magnificence’, grabar para la Deutsche Gramophon, colaborar en disco y en directo con el grandísimo Allen Toussaint, con el que escribió ‘The river in reverse’, meterse en un estudio con el gigante Bacharach para alumbrar juntos un trabajo de altura sideral llamado ‘Painted from memory’, trabajar en el disco ‘Spike’ con Sir McCartney y, en resumen, pintar de colores dorados una trayectoria con muy poquitos resbalones, por no decir ninguno.

Su discografía suma más de cuarenta referencias, lo que quiere decir que es un hombre que no ha parado quieto casi en ningún momento. Siempre tiene algo nuevo y bueno que decir, y en ocasiones incluso aprovecha para mirar atrás y sacar junto a The Imposters –grupo en el que hay componentes de The Attractions- un disco tan interesante como el que  publicó en 2022, ‘The boy named if’ (Capitol Records), que demuestra que su talento sigue prácticamente intacto, cosa que muy poquita gente de su edad puede decir.